Y del Londres anterior a la crisis del 29, nos vamos de garbeo a otra de las ciudades emblemáticas del periodo de entreguerras: Berlín a finales de los años 20. Una época febril en que la capital de Alemania ofrecía el "penchant" expresionista y extremo del vanguardismo parisién, con sus cabarets canallas, sus artistas tormentosos y atormentados empeñados en una coyunda salvaje entre Eros y Thanatos y su forcejeo, entre nubes de opio y cocaína y en medio del frenesí y la ambigüedad sexuales, con los límites de la moral y la salud pública, en un contexto de decadencia y crisis que acabaría arrojando al país entero en los brazos del loco Adolf, con el resultado que ya sabemos.
Pero en 1929, los negros nubarrones apenas si habían empezado a vislumbrarse...
"I should like to bury something precious in every place where I've been happy and then, when I'm old and ugly and miserable, I could come back and dig it up and remember."
No hay comentarios:
Publicar un comentario